CASA SOUTOMAYOR: SATISFACCIÓN, ABUNDANCIA Y MÁXIMA CALIDAD
José Fernández dirige con éxito uno de los sitios de referencia de la hostelería viguesa
Parece que fue ayer, pero la realidad es muy clara y dice que pasaron ya casi 25 años desde que José Fernández se hizo cargo de Casa Soutomayor, uno de los sitios de referencia en el mundo de la hostelería olívica, siendo sus famosos cocidos uno de sus platos estrella, pero no el único, pues de lunes a sábado, pasarse por el número 8 de la calle Manel Núñez es sinónimo de satisfacción, abundancia y máxima calidad.
UN EMIGRANTE QUE HIZO VIDA EN ALEMANIA
Emigró a Alemania para completar una reagrupación familiar. Allí se reencontró con su madre, que por motivos laborales había decidido comenzar una aventura que en aquel 1960 también iniciaron un gran número de gallegos en busca de un futuro más esperanzador que el que podía haber en aquella España, en las que el franquismo estaba todavía vigente. En tierras teutonas terminó su etapa colegial José. Posteriormente dio el callo en una empresa, antes de comenzar sus estudios de mecánica industrial en Dortmund. Allí se instaló durante tres años y con el título ya en la mano comenzó una nueva aventura laboral, trabajando en la industria conservera en la ciudad de Cuxhaven, donde se encuentra el puerto pesquero más importante del Mar del Norte. “Allí trabajaban un montón de españoles, la mayoría eran gallegos y más en concreto de la zona del Salnés”, relata José con máximo detalle. Fueron tiempos duros, salir de Vigo con 14 años, de su Plaza de Compostela natal, dejando atrás a los amigos, a familiares a los que quería como a padres, para llegar a un país completamente diferente en costumbres, en climatología o en idioma. Esos fueron los primeros retos que le tocó afrontar a un José que no tardó en adaptarse, pero la adaptación fue tan grande que se quedó 25 años por aquellos lares. “Volví para España por circunstancias de la vida, pues la verdad es que estaba muy contento y feliz, estaba totalmente integrado, tenía una tienda de productos españoles, estaba también metido en política, estaba en la CDU, bueno estaba y estoy, ya que sigo siendo militante aunque esté en España. La política en Alemania no tiene nada que ver con la de España, allí son listas abiertas. De hecho, yo en la lista para las elecciones como decir aquí a la provincia, iba de número 8, sin embargo quedé de sexto en las votaciones. Allí tienes que trabajar mucho y bien, convencer a la gente para que te vote a ti. La política es mucho más participativa, un político en Alemania que llegue a ser canciller, o ministro, o cualquier puesto de relevancia, tiene que tener una experiencia detrás de ganar elecciones enorme, de otra forma es imposible llegar, un político allí tiene que tener mucho apoyo en primera persona”.
REGRESO A ESPAÑA Y LA CASUALIDAD LO HIZO RECALAR EN CASA SOUTOMAYOR
En el año 1999 llegó el regreso de José Fernández a España y el destino lo llevó a donde nunca pensó, al mundo de la hostelería. “Fue algo del destino, yo lo pienso así, yo nunca en la vida pensé en tener un restaurante y eso que mi familia sí había tenido negocios de hostelería, pero justamente ningún restaurante. En aquel momento, la persona que tenía el Soutomayor era José Luis Tesouro, que también tenía otro negocio en Nigrán, entonces, todo se le hacía mucho y necesitaba un socio. La agencia inmobiliaria que estaba buscando para mí algún proyecto, un comercio, un bazar, algo, me ofreció eso. Ellos sabían que yo no quería hostelería, pero finalmente me convencieron, fuimos a ver el local y la verdad es que yo entré en el local y el local entró en mí, me enamoré a primera vista. Paredes salpicadas con los cuadros de Fernando Álvarez de Sotomayor. A mí me recordaba a la pintura flamenca. Yo no sabía nada de Fernando Álvarez de Sotomayor, pero resulta que después, si vas a la biografía de él compruebas que sí que tienen influencia de pintura flamenca, de los Países Bajos, de Alemania, etc. Tú vas a una iglesia en Alemania y los cuadros tienen esa pintura. Después, este local tiene también mucha historia, ya que estaba en sus tiempos la peña taurina de Vigo, que se llamaba Casa Pena. Lo que ahora es el comedor del Soutomayor antes era un patio, y en ese patio hacían novilladas, con los carritos con los cuernos, etc. Yo llegué a conocer gente mayor que se acordaban de todo eso, gente que incluso era de la directiva de la peña”.
COMIDA CASERA QUE INTENTA CONSERVAR LO AÑEJO EN UN GRAN AMBIENTE
Metiéndonos ya en comida, en el Soutomayor el secreto es muy sencillo: Buena calidad, comida casera que huye del modernismo, de esa que intenta conservar lo añejo, es decir, las costumbres de antes. En ese sentido, José lo tiene muy claro: “La calidad es lo más importante, pero después está el amor en la cocina, la gente de la cocina en el Soutomayor cocina como si fuera para su propia familia. También es muy importante el buen ambiente. Voy a hacer 25 años en el Soutomayor y en este tiempo pasaron por aquí cuatro cocineras y dos de ellas se jubilaron aquí. La gente aquí tiene continuidad y de las cuatro cocineras, menos la primera de ellas, antes de ser cocineras fueron ayudantes de cocina aquí. Tiramos de la cantera como se suele decir. También tenemos un equipo de servicio al público maravilloso, liderado por Mari, que es la encargada y lleva conmigo 16 años ya. Es una fuera de serie, es una profesional espectacular. Ella es madrileña, empezó de chica, ahora ya está casada y tiene dos hijos y el primer trabajo que tuvo en Vigo fue en el Soutomayor y ya se quedó aquí”.
UN MENÚ FIJO QUE TRIUNFA CADA DÍA
Todos los miércoles y sábados desde el mes de octubre y hasta el mes de abril, el lleno está asegurado en el sitio de referencia para comer cocido en Vigo y su área de influencia. Lleva siendo así desde hace 25 años y el que quiera degustar un manjar de máxima calidad y en abundancia, debe primero reservar ante la grandísima demanda. Pero en Casa Soutomayor no solo el cocido es un plato con fama, como confirma José. “Cada día tenemos un plato en el menú como referencia. Lunes, martes, jueves y así, pues según pasan unos años los cambiamos. Por ejemplo, ahora los lunes tenemos el jamón asado, que nos sale muy bien, con una salsa muy rica, ya el martes tenemos costilla al Soutomayor, que es una costilla que se prepara asada y también con una salsa especial deliciosa, tiene muchísima aceptación desde hace ya muchos años, la gente responde muy bien. Después, el miércoles, y es así desde hace 25 años, tenemos cocido. Ese día es recomendable reservar siempre. Ya los jueves tenemos callos, que las cocineras son unas especialistas absolutas, les salen de manera magistral. A la gente le encanta, de hecho, justo los callos, si la gente no respondiese en gran medida no los podríamos hacer. El viernes es el día del lacón con grelos y el sábado, debido a la gran demanda que tenemos, nos vimos casi obligados a poner también cocido. El sábado es el día más fuerte de la semana. El domingo es el día de descanso para nosotros. Este es el menú de invierno, después, lógicamente, en verano cambiamos el cocido, el lacón con grelos y los callos por cosas más típicas de la época”.
LA CLAVE PARA HACER UN GRAN COCIDO
Cada maestrillo tiene su librillo y a ningún gran jefe se le debe poner en el compromiso de que nos hable de los secretos de su negocio, eso sí, a José Fernández sí le pedimos que nos diese unos consejos a todos los gallegos principiantes para que podamos elaborar un cocido de categoría. “La clave para hacer un buen cocido es la calidad del producto, desde los garbanzos, pasando por la patata, los chorizos, los lacones, las cacheiras, los jarretes, la ternera nuestra, que tiene que ser muy buena, muy buena, muy buena, y después también la verdura, indispensable de máxima calidad. A partir de ahí, el cariño que se le pone a la cocina para el cocido y por supuesto la experiencia. Nosotros llevamos 25 años ya haciendo cocido. Ya José Luis Tesouro tenía mucha fama en cocido y nosotros intentamos mantener el nivel y desde ahí trabajar para mejorarlo”.
GRANDES FAMOSOS PASARON POR CASA SOUTOMAYOR
Casa Soutomayor es un restaurante por el que pasaron todo tipo de personajes famosos, desde políticos, como por ejemplo Abel Caballero o Alberto Núñez Feijoo, hasta artistas como el cómico y actor Leo Harlem. “Leo Harlem estuvo aquí. Como artista es ya indiscutible, pero su calidad humana es de otra categoría. Es una persona muy querida por todos nosotros, le queremos muchísimo, y también nos sentimos muy queridos por él, incluso nos nombra públicamente y con su gente. Tiene una sensibilidad enorme con la hostelería, se nota que también pasó por ella en algún momento de su vida”, afirma con una sonrisa José, que no quiere tampoco olvidarse de otro famoso, en este caso relacionado con el mundo del deporte. “Yo tengo una relación muy buena con Horacio Gómez, quien fuera presidente del RC Celta en su momento, en la época dorada del club. Tiene un vino muy bueno, el Regina Viarum, que es el vino que recomendamos para nuestro cocido. Nuestro cocido y Regina Viarum hacen un buen matrimonio para celebrar las bodas de plata del Soutomayor con nosotros al frente”.
LA MISMA ILUSIÓN QUE EN AQUEL COMIENZO EN EL AÑO 1999
En uno de los lugares de hostelería de más repercusión de Vigo, la visita es obligada para cualquier turista que quiera degustar una comida de la tierra de máxima calidad. “Estamos al servicio de la gente, la gente que trabaja aquí es amable, profesional y pone todo el amor del mundo en todo lo que hace. Aquí la cocina va con mucho amor y cariño y por todo ello tengo la misma ilusión que cuando comenzábamos en aquel 1999”.